Débora: Somos una escuela especial. La discapacidad y la ESI suele ser un poco chocante para muchas familias. Hace varios años venimos viendo cómo abordarla. Tomamos la decisión en principio de trabajar las actividades primero con las familias. Por ejemplo, tomamos la temática del conocimiento del cuerpo, de diferenciación de género y lo trabajamos con la familia. Enviamos un cuestionario con preguntas para trabajar en casa y después en base a esas respuestas lo abordamos en el aula.
Nadia: Como dice mi colega, la idea es partir de los conocimientos o información que se manejan en los distintos hogares. Es muy heterogéneo, no todos nombran las partes del cuerpo, por ejemplo. Y después volcamos eso en el aula y lo trabajamos con material teórico Pero siempre partiendo de lo que la familia nos cuenta o de lo que los estudiantes nos cuentan que sucede en el núcleo familiar.
Débora: Encontramos esta forma que vino funcionando muy bien y también la incorporamos a Educación Artística Visual en esto de trabajar el conocimiento del cuerpo, el respeto por nuestro cuerpo y el del otro. Estuvimos armando los acuerdos de convivencia y con la Profe de arte realizamos actividades en conjunto sobre este tema.
Equipo ESI: ¿Cómo se aplicó en artes?
Silvia: En mi caso, me incorporé a la asamblea que realiza Nadia y Débora con los estudiantes para plantear las problemáticas que habían surgido en la escuela, en el vínculo entre estudiantes. Se reflexionó sobre algunas situaciones y surgieron normas de convivencia en relación a esas situaciones.
1. No tocar las partes íntimas del cuerpo del otro
2. No insultar a los otros
3. No tomar los objetos de los otros
Luego de que se definieron esas tres normas de convivencia, pasamos al patio a dibujo libre para que dibujen esas normas que habían definido. Cada uno expresó a través de su expresión artística como representar esas normas de convivencia. La idea era que el producto final iba a ser realizar carteles con función de señalética para pegarlo en la escuela. Así que por intermedio de videos, -después empezó el aislamiento-, le mandamos videos del paso a paso. Así fuimos construyendo los carteles para que cuando regresemos a la escuela los ubiquemos en el espacio.
Débora: Algo importante que fuimos trabajando con respecto a esto fue el diálogo con la familia. Muchas de estas cosas, dentro del núcleo familiar, eran un juego. Como el estudiante tiene discapacidad, para muchos es un juego que le toque la cola a la novia del padre o es un juego que haga algún tipo de seña cuando se le acerca alguna mujer. Entonces, fuimos trabajando mucho con las familias estas cuestiones de que lo hormonal está y poder asimilar estos procesos de la adolescencia que tiene necesidades y donde le pasan en su cuerpo otras cosas, y que no es un juego.
Nadia: Cambio totalmente. Creo que cuando uno se reúne con las familias y les comenta lo que es la ESI y todos los ejes que abarca, esos temores y fantasmas desaparecen con el simple hecho de explicar todas las cosas que podemos trabajar desde este marco. Nosotros sabemos que los ejes de la ESI son transversales a todos los espacios. El profe de Educación Física se había sumado también en su momento al proyecto, Silvia desde arte; y ahora estamos en lengua y literatura trabajando la novela juvenil "A las chicas les gustan los tontos". A partir de esta novela - que le pedimos a los estudiantes que pudieran tener la suya- trabajamos un montón de ejes. Cada capítulo nos permite trabajar algo en especial y apenas le comentamos a las familias que íbamos a leer esta novela en un marco de literatura como así también de Educación Sexual Integral volvieron estos fantasmas de "que dice la novela, de que va a tratar" pero me parece que cuando uno se puede sentar a dialogar y a contar que es la ESI y por qué elegimos esta novela todo esos prejuicios o miedos que tienen van desapareciendo.
Equipo ESI: ¿Qué le dirían, desde su rol como docentes, a muchas escuelas especiales que todavía no saben cómo abordar la ESI o tienen dificultades?
Débora: Creo que es fundamental, teniendo en cuenta este proceso que fuimos haciendo, trabajarlo con las familias. Involucrar a las familias nos trajo un plus, porque además de que están involucradas, saben lo que trabajamos. Nos pasó en 2018, que armamos unos fanzines sobre prevención de abuso sexual, nos pasó que una familia trajo otras temáticas para trabajar que estuvo muy bueno y pudimos aportar también eso. Creo que el trabajo con familias es como tirar todos para el mismo lado y ellos también saber qué es lo que estamos haciendo aparte de que los deja tranquilos, nos aporta cosas. Enseñarles cuales son los fundamentos de la ESI, explicarles que es importante que podamos conocer y cuidar nuestro cuerpo y de los otros, que básicamente eso es la ESI.
Nadia: También es fundamental abrir mucho espacio de reflexión, de diálogo y de debate con los estudiantes. Por lo general, la modalidad que adquirimos nosotros es esa, es un taller o una asamblea. También tener en cuenta siempre el derecho de los estudiantes de recibir la ESI. Más allá de que con algunas familias cueste un poquito más que con otras, no deja de ser un derecho de los estudiantes y hay una ley que así lo dice. Si uno se pone a ver, atraviesa absolutamente toda la vida de una persona. Entonces es fácil enganchar las ESI con distintos proyectos.
Equipo ESI: ¿Tienen otros proyectos en mente para lo que resta del ciclo lectivo?
Nadia: Lo de la novela son varios capítulos. La empezamos a leer hace 2 - 3 semanas así que vamos recién por el capítulo 3 y son 13. Tenemos para rato con este proyecto de Literatura y ESI, así que por el momento lo que está planificado es eso. En cada capítulo ponemos el foco en algo distinto. Por eso elegimos esta novela, porque el personaje está en plena adolescencia atravesado por un millón de cosas que nos permite poner el foco ahí en las clases con nuestros estudiantes.
Silvia: En arte, si bien continúa el proceso de mis colegas, me gustaría incluir la publicidad. Que los alumnos reflexionen sobre imágenes publicitarias que hoy invaden el mundo adolescente. Eso me gustaría trabajar. Desde el arte, es un buen espacio para deconstruir esos fantasmas que tienen las familias y también los docentes. Creo que lo primero es la información, no solamente de las familias, sino que el docente se informe y también trabaje sus propios fantasmas.
Débora: Respecto a cómo continuamos el año, y más allá de la novela que tiene cierta cantidad de capítulos y vamos leyendo uno por semana, no tenemos una gran planificación porque estamos alerta a lo que surge en el momento. No queremos encasillar la espontaneidad de cada capítulo. Más allá de tener la propuesta previa para cada semana, tenemos también esa posibilidad de dejar libre a que surja lo espontáneo.