#NiUnaMenos fue el lema principal que reunió a una multitud de personas en diferentes provincias argentinas para reclamar medidas urgentes contra la violencia de género.
La violencia hacia las mujeres encuentra sus raíces en la histórica discriminación y atropello que han sufrido y continúan padeciendo estas en las sociedades que avalan y reproducen culturas basadas en la inequidad entre mujeres y varones. Las problemáticas de la violencia familiar no solo se generan debido a los vínculos afectivos conflictivos que enlazan a los miembros de una familia, sino que están sostenidos por relaciones de poder y de subordinación dadas por valores que imperan en la cultura patriarcal, que van dejando sus marcas en la constitución subjetiva de varones y mujeres. En este sentido, la educación sexual integral se constituye en una herramienta potente para intervenir en este proceso de subjetivación, desde el nivel inicial. La escuela puede aportar a la transformación de las bases culurales que favorecen relaciones desiguales entre los géneros, revisando y modificando aquellas concepciones y prácticas que se inscriben en esas matrices simbólicas, y promoviendo iniciativas orientadas a generar condiciones de igualdad, convivencia respetuosa y respeto por los derechos de todos y todas.
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| Integrantes del Equipo Técnico Profesional del Programa Provincial de ESI en la marcha |
En la marcha del día 3 de junio, participaron numerosos niños, niñas y jóvenes representando a sus escuelas, tanto en la capital cordobesa como en diferentes puntos del interior provincial. Esto pone en evidencia el trabajo que desde las mismas se viene realizando en post de identificar y visibilizar formas de interacción caracterizadas por la violencia y la vulneración de derechos, el análisis en torno a los estereotipos de género que limitan potencialidades y reproducen inequidad; así como la apertura de espacios que habiliten representaciones y prácticas que operen en contrasentido.
